São Paulo y Campinas están conectadas por una línea férrea que se utiliza tanto para el transporte de pasajeros como de carga. Varios servicios de pasajeros operan en la línea existente, que es compartida por un concesionario de carga durante los períodos limitados en que esto es posible. Ambas ciudades también están conectadas por dos autopistas de alta capacidad que sufren congestionamientos diarios. El proyecto (106 km.) segregará las líneas de pasajeros y carga y creará un servicio expreso de alta velocidad (160 km/hora) además del actual servicio de cercanías con múltiples estaciones. El proyecto se implementará principalmente dentro del derecho de vía existente, pero será necesaria alguna expropiación y un reasentamiento significativo de áreas ocupadas irregularmente.
JGP fue contratada por el BID para desarrollar el Estudio de Viabilidad Ambiental y Social y la Evaluación de Cumplimiento de las Políticas del BID y de la IFC, así como para estructurar los aspectos ambientales y sociales de la concesión del proyecto. Este es un proyecto muy complejo ya que incluye tres concesionarios diferentes compartiendo el mismo derecho de vía: el operador de carga (una concesión del gobierno federal), el servicio de pasajeros de cercanías (operado por una empresa estatal) y el futuro operador (concesionario) del servicio expreso.
En un contrato posterior, JGP fue encargada de desarrollar la Evaluación de Impacto Ambiental y Social (EIAS) del proyecto y su Programa de Consulta Pública.